Líquenes parte I: ¿Qué son?
Los líquenes son una relación simbiótica entre un micobionte y un fotobionte. Los micobiontes pueden ser hongos ascomicetos u hongos basidiomicetos, siendo los primeros más habituales; en el caso del fotobionte, suele ser un alga verde y/o una cianobacteria. Aunque en descubrimientos más o menos recientes, se ha visto que esta asociación puede estar formado por otro hongo basidiomiceto del grupo de las levaduras, aunque no se sabe si se produce en todos los líquenes. Debido a esta asociación simbiótica, no se puede considerar a los líquenes como un individuo, ya que están formados por dos o más individuos de distintas especies. Hay autores que no consideran a los líquenes como una relación simbiótica, sino que creen que es una relación de parasitismo regulada ya que el hongo obtiene más beneficios que el alga. ¿Y cuáles son estos beneficios?:
- El micobionte obtiene fuentes de energía debido al fotobionte, que es un organismo fotosintético.
- El fotobionte, en cambio, obtiene protección frente a las variables ambientales. Al ser un alga y/o una cianobacteria, ambas están limitadas a ambientes húmedos. Sin embargo, gracias al micobionte puede vivir en ambientes más secos.
Los líquenes, debido a los beneficios que se mencionaron anteriormente, están presentes en todos los ecosistemas de la Tierra, desde desierto hasta en los Polos. De hecho, se encuentran en hábitats en los que el micobionte y el fotobionte no podrían colonizar por separado.
FORMAS DE CRECIMIENTO
La forma del talo liquénico la suele dar el micobionte. Hay tres formas básicas de crecimiento (Fig. 1):
- Crustáceo: son líquenes que viven fuertemente adheridos al sustrato, del que es imposible separarlo. Pueden vivir en ambientes muy extremos y en superficies de roca. No poseen el córtex inferior.
- Folioso: el talo no está completamente pegado al sustrato por lo que la relación con él no es tan íntima. forman una especie de lámina, por lo que recuerda a hojas.
- Fructicoso: el talo es alargado en forma de tubo estrecho, recordando a un arbusto. Sólo presentan un único punto de unión con el sustrato.
¿CÓMO ES EL TALO LIQUÉNICO?
Hay dos tipos de talo liquénico (Fig. 2):
- Talo homómero: el fotobionte y el micobionte se encuentran distribuidos de forma uniforme y debido a ello, el líquen tiene un aspecto gelatinoso. Estos líquenes aguanten mejor la desecación.
- Talo heterómero: en este caso, el talo está estructuradas en capas. La primera capa sería el córtex superior, formado por hifas* del hongo muy agrupadas. La segunda capa sería la capa gonidial donde hay hifas laxas del hongo con células del fotobionte. En esta capa es donde el fotobionte realiza la fotosíntesis. La siguiente capa sería la médula formada por hifas del hongo. Aquí se produce el intercambio gaseoso. Por último, estaría el córtex inferior de donde saldrían las ricinas, que serían las estructuras que mantienen fijado el líquen al sustrato.
Figura 2. A. Talo liquénico heterómero. B. Talo liquénico homómero. Imagen obtenida de: De Falconaumanni - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=52329095 |
Los líquenes tienen dos tipos de reproducción:
- Reproducción asexual: se produce por la rotura del talo, por lo que cada fragmento da lugar a un nuevo individuo. Al ser asexual, estos individuos son genéticamente idénticos, es decir, clones.
- Reproducción sexual: el responsable es el hongo. El hongo produce unas estructuras, llamadas ascocarpos (Fig. 3). Los ascocarpos pueden ser en forma de apotecio o de peritecio. Los ascocarpos son los responsables de liberar las esporas. Al ser la reproducción del hongo sólo, no suele dar un líquen nuevo, a no ser que al liberarse las esporas, estas consigan arrastrar alguna célula del fotobionte.
El fotobionte tiene reproducción asexual dentro del líquen.
Figura 3. Ascocarpos en forma de apotecio (los pequeños cuenquitos que se ven en el líquen). Los peritecios son cerrados formando pequeños bultos. |
REFERENCIAS
Hawksworth DL. (1988). The variety of fungal-algal symbioses, their evolutionary significance, and the nature of lichens. Botanical Journal of the Linnean Society 96: 3-20.
Lücking R., Hodkinson BP., Leavitt SD. (2017). The 2016 classification of lichenized fungi in the Ascomycota and Basidiomycota - Approaching one thousand genera. The Bryologist 119(4): 361-416.
Nash III T. (Ed). (2008). Lichen Biology. Cambridge: Cambridge University Press. doi: 10.1017/CBO09780511790478.
Spribille T., Tuoviren V., Rels P., Vanderpool D., Wolinski H., Aime MC., Schneider K., Stabentheiner E., Toome-Heller M., Thor G., Mayrhofer H., Johannesson H., McCutcheon J.P. (2016). Basidiomycete yeasts in the cortex of ascomycete macrolichens. Science 353(6298): 488-492.
Tuovinen V., Ekman S., Thor G., Vanderpool D., Spribille T., Johannesson H. (2019). Two Basidiomycete fungi in the cortex of Wolf Lichens. Current Biology 29(3): 476-483.